La habitación antiestrés, trata de salas repletas de objetos, los cuales los clientes pueden romper. El fin de está actividad no es la destrucción sin más, si no que se busca una descarga de estrés.
- Lo primero, es equipar a los participantes para evitar accidentes.
- En segundo lugar, con acompañamiento musical, se procede a la destrucción de objetos. Desde explotar globos hasta romper vajillas enteras.
- Para acabar y rebajar toda esa euforia, tendrán una sesión de relax, acompañada de música que terminará por conseguir esa sensación de liberación que estaban buscando.